domingo, 9 de octubre de 2011

Falling Rain

Nunca se le había pasado por la cabeza la idea de que él era el hombre de su vida. Todos los días lo veía caminar bajo la lluvia mientras el agua mojaba su ropa y se podía ver su escultural cuerpo. Ella lo veía desde su departamento que se encontraba en el cuarto piso. Se sentaba cerca de la ventana justo a las 5 de la tarde porque sabía que puntualmente él aparecería por la calle principal.
Siempre iba bien vestido, con un traje de 3 piezas y brillantes zapatos negros.  Cargaba un portafolio que combinaba con su vestimenta y su cabello siempre iba perfectamente bien peinado, sin embargo ,cuando comenzaba a llover, éste tomaba un aspecto desalineado debido a las grandes gotas de lluvia que caían sin parar. Ella siempre se preguntaba porque él no llevaba un paraguas si sabía que era época de lluvias, pero nunca se lo preguntaría, nunca hablaría con él.
Esa tarde dieron las 5; ella se sentó a esperarlo como siempre. Puntualmente él apareció, esta vez no iba tan elegante sino con un jeans y una camisa de color blanco. Ella se acercó lo más que pudo y como si fuera magia comenzó a llover. Él sonrió, y lentamente levantó la cabeza buscando la mirada de aquella joven que lo admiraba en secreto. Cuando encontró la ventana se quedó mirando atentamente. Ella se estremeció, él sabía que ella estaba ahí.
Por un rato él  miró hacia su departamento y ella desde adentro moría de felicidad. Después volvió a sonreír, y levantó la mano, le decía adiós. Sacó una pequeña bolsa de plástico de su pantalón y lo dejó sobre la barda de enfrente, y después se fue.
Ella bajó rápidamente las escaleras, atravesó la calle sin precaución y tomó la bolsa. Adentro había un papel, lo abrió y después comenzó a llorar. 

1 comentario:

  1. Está muy bien escrito y el final es un tanto desconcertante. Te puedes imaginar que en la bolsa hay cientos de cosas. Está bien, así nos dejas imaginar.
    Un saludo.

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